viernes, 24 de agosto de 2007

Que la fuerza nos acompañe


El día de hoy este artículo será breve, dado que los ejemplos que están aquí publicados son más que elocuentes. Recién escribí hace unos días en este blog acerca de si "el diseño puede causar adicción". La confirmación vino de inmediato.


El ejemplo al que me refiero es al nuevo producto que acaban de sacar en EU y llegará a México en menos de un mes: un robot R2-D2, el de star wars.. pero no es un juguete.. ¡es todo un centro de entretenimiento!!! Chécalo aqui: r2-D2 The New robot


Tal y como lo vimos hace 30 años, ahora está a la venta en Palacio de Hierro un robot R2-D2 que incluye: Proyector en su cabeza para tener una imagen de hasta 2 metros de ancho e incluso proyecta hacia el techo, DVD, dock para iPod, lector de memory card, movimientos y sonidos como el personaje, movimiento guiado por control remoto, sistema de audio home theater, bocinas de 20 watts, sistema de seguridad.. una infinidad de monerías más y claro una enorme fuerza de mercadotecnia que lo acompaña.

Este juguetito cuesta 49,000 pesos y su mayor "fuente de poder" no es otra sino la emocional. ¿Qué treintañero no recuerda la saga de la guerra de las galaxias?.. ahora pregúntate, ¿cuantos millones de fan de esta saga hay en el mundo?. Si hacemos un cálculo rápido, la mayoría de estas personas ya cuentan con un empleo, quizá familia y patrimonio. Es decir, cuentan con poder de compra.

¿Que sucede si mezclas en el diseño de un objeto: emoción, impulso, remembranza, afición (fan), fidelidad por 30 años, entretenimiento, tecnología y una muy amplia muestra de mercadotecnia?.

La respuesta está de tu lado. Esta es la "punta del iceberg".

Espera la próxima publicación en este blog, que te hablará de un término llamado "adultescencia" y que explica justamente este fenómeno.

Saludos! y que la fuerza te acompañe.
Leonardo.





domingo, 19 de agosto de 2007

¿El diseño puede causar adicción?

Independientemente de que el diseño es un facilitador en los procesos de comunicación -al apoyar a empresas, instutuciones e individuos a emitir mensajes que puedan ser fácilmente entendidos-, hay ocasiones en las cuales el diseño mismo se convierte en una moneda de cambio. ¿Por qué crees que esto se esté dando con mayor frecuencia?

Hemos escuchado en la calle frases como "conoce el nuevo diseño 2007" o "diseño a tu medida" y estas leyendas bien pueden vestir a cualquier producto o servicio sin importar el giro de que se trate. Pareciera que se trata de la venta del diseño por el diseño mismo, y no por las soluciones para la cuales fue generado.

Si entendemos al diseño como proceso veremos que hay algo de cierto en estas frases, solo que a veces nos quedamos cortos en su observación: los productos diseñados vienen a satisfacer necesidades, sólo que las necesidades han cambiado.

Antes adquiríamos con mayor frecuencia productos en base a su utilidad -claro, eligiéndolas por su marca, color, estilo, novedad, etc,- pensando primordialmente para que nos sirviese para algo más. Ahora, nos encontramos a diario comprando cosas solo por que nos agradan, aunque no las necesitemos, y lo más relevante de este dato: las compramos como parte de una adicción.

Esto es, nos absorbió el consumo. Y el consumo, como tal, ya es catalogado como una adicción.

Acudo a un artículo publicado en la versión electrónica del periódico Mural, del Grupo Reforma el día de hoy. Leelo, y después de ello te hago nuevamente la pregunta que encabeza este post, agregándole otras más:

¿El diseño puede causar adicción? ¿la fomenta? ¿ha crecido gracias a este fenómeno? ¿tuq ue opinas?

Va el artículo:

Califica consumismo como droga
Por: Lourdes Zambrano, Foto: Claudia Susana Flores


El filósofo francés Gilles Lipovetsky dijo que los 'hiperconsumidores' tratan de aliviar su soledad al ir de compras.

Monterrey, México (19 agosto 2007).- Los consumidores del Siglo 21, a los que el filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky llama "hiperconsumidores", son seres incapaces de sobrellevar su propia existencia y tratan de aliviar todos sus males, especialmente la soledad, comprando.

"El consumo funciona como un doping, es un paliativo para contrarrestar la vida difícil del individuo y su miseria cotidiana", afirmó el sociólogo en el Centro Estudiantil del Tec de Monterrey.

Lipovetsky, considerado uno de los filósofos más importantes de la actualidad, impartió la conferencia "La sociedad del hiperconsumo", ante un público numeroso reunido en la Cátedra Alfonso Reyes del instituto.

El intelectual, quien se ha dedicado a explicar y armar la figura del consumidor, comparó la acción de comprar con una pequeña fiesta en la vida cotidiana, una actividad que rompe la angustia de la rutina y combate la fosilización de la existencia.

El autor de "La Era del Vacío" dijo que los hiperconsumidores, que aparecieron desde los años 80, son distintos a los que se generaron entre los 50 y 70, porque hoy compran por una necesidad propia, por el hedonismo y el placer que brinda, a diferencia de la anterior generación, que lo hacía por razones sociales, por presumir el poder adquisitivo e insertarse en un nivel social.

Otro cambio visible entre generaciones fue la transformación del consumo por confort algo necesario , al consumo por satisfacer los sentimientos.

"Pasamos de un confort cuantitativo a uno estético. No sólo hay que fijarnos en la eficacia del objeto, ahora tienes que fijarte en el placer de los sentidos", dijo.

Lipovetsky señaló con cierta ironía las paradojas que existen entre las características y costumbres del hiperconsumidor actual: no importa a dónde viaje, el chiste es irse de su lugar de origen; hay una libertad sexual para vivir en los límites, una sociedad neodionisiaca, pero a la vez son más populares los productos orgánicos, se rechazan los alimentos genéticamente modificados, y hay una obsesión por la salud y la buena figura.

También, dijo, hay una existencia conjunta entre tecnología y estética, materialismo y espiritualidad, y alta tecnología y moda, por señalar algunas.

El extremo de los hiperconsumidores, que los ha llevado a niveles compulsivos y enfermizos, se ve reflejado en la proliferación de tiendas con servicio las 24 horas.

"Hay que comprar de día y de noche, cuando lo necesite", expresó el autor, nacido en 1944.

A pesar de no estar a favor del hiperconsumo, tampoco le pareció razonable que se le condene a muerte.

"No es el consumo lo que está mal, sino el exceso, el hecho de vivir para el consumo como si éste se convirtiera en el todo de la existencia", indicó con énfasis el también autor de "El Lujo Eterno" y "La Tercera Mujer: Permanencia y Revolución de lo Femenino".

Lipovetsky se mostró escéptico hacia las soluciones que han buscado ciertos grupos sociales o los propios hiperconsumidores para aliviar la superficialidad de su existencia, practicando budismo o yoga, tan de moda.

Para él, la solución es simple: una pasión sólo se puede eliminar con otra pasión, no importa cuál, ya que de todas formas la acumulación de objetos y la riqueza llega a un tope.

"Podemos aumentar la riqueza, pero la felicidad no aumenta", comentó.

Lipovetsky cerró su conferencia con un consejo que resumió su presentación y sus estudios.

"Que el consumo no sea el alfa y omega de su vida".

-----

Importantes observaciones, no lo crees?
Serán bienvenidos tus comentarios en este blog, abajo viene la liga para escribir tus comenatrios.

Saludos!
Leo.

lunes, 13 de agosto de 2007

El Valor en las ventas (Pablo Carrillo)

En esta ocasión quiero compartir un artículo publicado por Pablo Carrillo (diseñador y empresario, no el comentarista deportivo, je je) en su blog personal, en el cual habla acerca del concepto de "Valor" en las ventas, tomando como eje una entrevista de Gestión de Negocios.

Comparto varios de los puntos aqui expuestos, por ello me pareció más que interesante publicarlo aquí. Como referencia, los textos en itálica y gris corresponden a las aportaciones del buen Pablo Carrillo, mientras que el texto normal es el artículo original de la revista.

Sin más preámbulo, aquí está el artículo, ojalá sea de su agrado.
Leonardo.

-----------------


El Valor en las ventas
¿Tus clientes valoran tus servicios? ¿A qué le das valor? ¿qué valor le otorgas?

El valor es un atributo que damos de forma personal, de acuerdo a nuestra percepción costo-beneficio.

La mejor solución, entrevista con Jeffrey Thull. Gestión de Negocias, V.7 no 4 Jul-Agosto 2007, pp 118-122

Mi interés por este artículo, es en referencia a lo que Jeff Thull denomina brecha de valor explica en la entrevista cómo pueden lograr los vendedores especializados cerrar esta brecha, que implica una costosa desconexión entre el valor prometido al cliente y el valor que éste finalmente obtiene.

Sobre Jeff Thull es presidente y director ejecutivo de Prime Resources, escribió Mastering the Complex Sale y The Prime Solution.

¿Qué es lo que causa una brecha de valor para el cliente?

La brecha e valor se presenta tanto antes como después de la venta. Antes, porque los vendedores especializados piensan que le están ofreciendo valor al cliente, cuando en realidad éste no tiene la misma percepción. Lo que sucede es que suelen comunicar el valor de sus soluciones en término de lo que estas soluciones hacen, en vez de centrarse en lo que al cliente le falta. La segunda fuente de brecha de valor son las expectativas insatisfechas de los clientes, quienes consideran que no han obtenido el valor que se les prometió y por el cual pagaron. Por lo tanto la brecha de valor se crea tanto en la etapa de marketing y comercialización del producto, como en la de entrega e implementación.

Esté artículo lo pensé en Leo, Rocío, Paulina, Marco, Roberto, Wicho, Gustavo, Sabrina y todos aquellos que se enfrentan a situaciones donde deben ofrecer servicios intangibles que pueden ser percibidos de tantos y tantos puntos de vista diferentes. Cuando se presentan enfrentamientos o desacuerdos con los clientes, es en ocasiones por la brecha de percepción que se rompe, el valor es distinto para cada parte.

En el caso concreto de diseño, si vemos la parte del diseñador, tiene toda una serie de herramientas cognoscitivas y conceptuales para trasmitir códigos visuales, es en estas ocasiones que nos volvemos, como menciona Jeff, nos volcamos a lo que nuestras soluciones logran en vez de observar lo que realmente le hace falta al cliente. Debemos de tener un equilibrio que comulgue con lo que el cliente requiere en realidad y lo que nosotros somos capaces de satisfacer. Ya que en ocasiones por querer conservar al cliente aceptamos proyectos, aún cuando no somos capaces de resolver por falta de comunicación o percepciones distintas es cuando surge la segunda brecha de valor es entonces cuando saltan a la luz insatisfacciones del cliente.

¿Cómo se entera uno de que está creando una brecha de valor?

En ocasiones nuestros clientes nos dan manifestaciones que nos encontramos ante una brecha de valor cuando nos piden un descuento o simplemente después de intensas negociaciones deciden no solicitar nuestros servicios. Es en estás situaciones que decimos que nuestros clientes no valoran nuestro trabajo, momento clave para ayudar a reconocer y entender el valor de lo que estamos ofreciendo. En la mayoría de los casos presentamos soluciones asumiendo la factibilidad de las mismas, cuando en realidad los clientes no entendieron ni papa.

Entonces, ¿cómo hace el vendedor para cerrar la brecha?

Básicamente, tiene que identificar las manifestaciones físicas de la carencia de ese valor que está ofreciéndole al cliente. Si usted le ofrece el valor que él necesita, debe poder demostrarle que ese valor no está presente en el ambiente actual.

Por ejemplo, si estamos vendiendo el desarrollo de una marca ¿qué participación tienes de mercado? ¿tu público reconoce tu marca? Es muy importante estar atentos en la entrevista ya que el cliente lo puede percibir como una agresión, hay que manejar bien la entrevista ya que debemos lograr que el cliente sea capaz de realizar un autodiagnóstico, esto con la finalidad de evitar una brecha de valor, por lo general cuando estamos en una entrevista sobre la opción de realizar una mejora a la marca es común emitir opiniones o juicios de valor, cuándo en realidad debemos recabar información, corroborando todas nuestras ideas antes de opinar, debemos contar con un diagnostico de la empresa que nos esta contratando para poder ofrecer la mejor solución de acorde a su situación, por lo tanto en la primera entrevista no podemos calificar o manifestar alguna opinión en contra de nuestros clientes ya que esto generaría una brecha de valor.

Los clientes no comprenden qué problema tienen, y por lo tanto necesitan un diagnóstico, que usted les hará tomando en cuenta los síntomas físicos. En este caso usted se diferencia a través del diagnóstico: determina que el cliente tiene un problema equis. Al informarle con precisión cuál es su problema, usted se encontrará en una posición única en cuanto a credibilidad.

El método del diagnóstico exige que los vendedores desarrollen un conocimiento profundo de los clientes, de sus problemas y de sus industrias...

Sí, pero la ventaja radica en que, mientras hay muchos vendedores que brindan explicaciones sobre sus soluciones, son muy pocos los que le hacen notar al cliente que carece de ellas. En nuestras investigaciones más recientes observamos que es muy alto el porcentaje de ventas que se pierden, sin que el cliente haya tomado ninguna decisión. El cliente no le compra a usted ni tampoco a su competidor. No hace nada para resolver el problema. En uno de los programas les pedimos a 225 ejecutivos de venta que nos dijeran cuántas de sus propuestas finalizaban sin que el cliente hubiera tomado ninguna decisión. Coincidieron que esto sucedía con el 60% de sus propuestas. Lo cual significa que el 60% de sus costos de ventas terminan en una vía muerta. Si la competencia tampoco se beneficia, ¿qué es lo que sucede? La falla está en el vendedor, que no sabe calificar el perfil interno del potencial cliente. Mi experiencia indica que la mayoría toma en cuenta sólo el perfil externo: su aspecto, su forma de hablar, y de allí deduce si esa podría comprarle una solución.

Respecto de la alta tasa de indecisión, ¿no se deberá a que los clientes no tienen los problemas que esas soluciones resuelven?

Creo que es probable que los clientes sí los tengan. Tal vez los están resolviendo de otra manera, o quizás convivan con ellos. También es posible que algunos consideren que la situación no es lo bastante grave como para justificar el arduo trabajo de encarar un cambio. Son factores de riesgo para el comprador, que los vendedores deberían ayudarle a manejar. Como esto sucede, la falta de decisión es la respuesta más segura. Una enorme cantidad de profesionales de ventas trasladan esa carga al cliente y sólo aceptan la responsabilidad de explicar la solución. Esté método puede llevar a un cliente a equivocarse en el momento de definir los problemas sobre los que necesita trabajar. Un vendedor que ayuda al cliente a diagnosticar el problema, también lo ayuda a tomar una decisión racional e informada.

Un buen diagnostico definitivamente ayuda a tomar una decisión a nuestros clientes, agrego que sirve para aumentar su visión, resultando con mayor flexibilidad y resultados acorde a su situación.

La mejor solución

En la mejor solución hay tres componentes principales. El primero es la agudeza de la decisión. Se trata de atraer a los clientes a un proceso de decisión de alta calidad, que identifique y cuantifique la ausencia de valor, pa que san capaces de juzgar si la solución que uno les ofrece les entregará realmente el valor que necesitan. El segundo componente es el proceso de gestión de cambio. Para optimizar al máximo el potencial de valor de la solución que usted le ofrece, es probable que el cliente deba atravesar por numerosos cambios. Entonces hay que guiarlo y apoyarlo a lo largo de esos cambios. El tercer componente es la capacidad de maximizar el valor inherente a la solución. Por lo tanto, hay que ofrecer un paquete que abarque la solución y el apoyo necesario para su implementación, de modo de garantizar que el cliente obtenga realmente ese valor.

Repasando; uno es agudeza de decisión, dos es gestión de cambio y tres maximizar el valor inherente a la solución. Esto es debemos demostrar el valor de la propuesta para ayudar con la toma de decisión, mostrar el camino a seguir (gestión de cambio) para iluminar toda la transformación y tres que compruebe el beneficio de nuestros servicios.

En resumen, la mayoría de las veces los clientes no tienen ni idea de que es lo que realmente requieren, es nuestro trabajo descubrir hasta que punto el cliente puede realizar un autodiagnóstico. Estamos en un error cuando creemos que los clientes conocen exactamente cual es su problema, hay que ir más allá.

Todo el texto en cursivas es lo que coloque como mi opinión y mis argumentos (n.e. Pablo Carrillo), espero que esté artículo sea de su agrado les recomiendo que se suscriban a Gestión, por muchas cosas lo traje a mi blog, tarde un rato en bajarlo y reflexionar sobre el mismo por eso la ausencia de posteos en mi espacio, Rocío se enfrento a una situación de precio con un cliente espero que le funcione lo que pongo para cambiar su postura y sus futuras situaciones similares, va para cada uno de los que menciono arriba que les funcione ya en privado platicaremos sobre las posibilidades que trae colocar puentes en las brechas de valor con los clientes que a mi manera de ver la vida todos somos vendedores y todos somos clientes.